En este tiempo de Cuaresma, el Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre la libertad. Nos recuerda que la verdadera libertad no se encuentra en la satisfacción de nuestros propios deseos, sino en el amor a Dios y al prójimo.
¿Qué significa esto para nosotros, los jóvenes?
Significa que tenemos la oportunidad de responder a la llamada que Cristo nos hace. Él nos invita a seguirlo, a ser sus discípulos y a construir su Reino en la tierra.
¿Cómo podemos responder a esta llamada?
De muchas maneras. Podemos:
Escuchar la Palabra de Dios: La Palabra de Dios nos ilumina y nos guía en nuestro camino. En ella encontramos la fuerza y la inspiración que necesitamos para seguir a Cristo.
Orar: La oración es un diálogo con Dios. Es la forma en que podemos abrir nuestro corazón a su voluntad y discernir su plan para nuestra vida.
Participar en la Eucaristía: La Eucaristía es el encuentro más íntimo que podemos tener con Cristo. En ella, nos unimos a su sacrificio y recibimos la fuerza para vivir como cristianos.
Servir a los demás: El servicio a los demás es una forma de expresar nuestro amor a Dios. Cuando servimos a los necesitados, estamos imitando a Cristo, que vino a servir y no a ser servido.
¿Te sientes llamado por Cristo?
No tengas miedo de responder a su llamada. Él te dará la fuerza y la gracia que necesitas para seguirlo. Los Misioneros de la Preciosa Sangre estamos aquí para ayudarte a discernir tu vocación y a acompañarte en tu camino.
No pierdas la oportunidad de vivir una vida plena y significativa. Responde a la llamada de Cristo y únete a nosotros en la misión de construir el Reino de Dios.
Oración:
Señor, te pedimos que en este tiempo de Cuaresma nos ayudes a escuchar tu llamada. Danos la fuerza y la gracia que necesitamos para seguirte y construir tu Reino en la tierra. Amén.