Palabras de San Gaspar del Búfalo (para la meditación en el año sacerdotal).
“Este es el precio de la Redención, éste es el motivo de mi confianza en mi salvación; a esta devoción quiero consagrar mi vida; y yo soy Sacerdote para aplicar la Sangre Divina”.
“Nosotros los eclesiásticos estamos marcados con el carácter sacerdotal para aplicar a las almas la Sangre Divina. Ella se ofrece en el divino Sacrificio, se aplica en los Sacramentos, es el precio de la Redención, es lo que le podemos presentar al divino Padre para la reconciliación de los pecadores”.
“Dios quiere almas generosas y cualquier sacrificio no es nada en comparación de lo que merece. Las vocaciones son de Dios y si Dios llama hay que responder”.
“Quisiera santificar a todo el mundo. No pierdo tiempo. Me gasto la vida en el ministerio y no soy digno de ello”.
“El celo de la gloria divina me alimenta, pero el ministerio me presenta muchas cosas por hacer. La evangelización de los pobres me es cara, pero estoy listo, para hacer lo que Dios quiera”.
“Animo, pues, y quitémosle la sed a Jesús, que está sediento de almas”.
“Elevo a Dios oraciones especiales para que se digne hacerme ejercer la práctica de las Misiones hasta la muerte y morir con el arma del Señor Crucificado en la mano anunciando, si le place a Dios, su divina palabra”.
“¡Gran dignidad es el sacerdocio, carísimo mío! ¡Y que humildad se requiere para sostenerlo! Basémonos incesantemente en tan bella virtud”.
