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Vocación al Ministerio Ordenado

¿Quiénes son?

El obispo consagra por el Sacramento del Orden Sagrado, por la imposición de manos, a los ministros ordenados, que quedan sellados con un carácter peculiar, por la unción del Espíritu Santo, para servir a la Iglesia.

Existen tres grados del ministerio ordenado:

1. Los obispos, pastores propios de la comunidad. Su nombre viene del verbo griego episcopein, que significa vigilar, cuidar. A ellos se les ha encargado una porción del Pueblo de Dios (lo que llamamos habitualmente Diócesis), para que gobiernen y cuiden de ella. Son los sucesores del los Apóstoles, en esa comunidad que nace de la misma institución del grupo de los Doce por Jesús. Los obispos, puestos por el Espíritu Santo, ocupan el lugar de los Apóstoles como pastores de las almas, juntamente con el Sumo Pontífice, y bajo su autoridad.

2. Aquellos que habitualmente llamamos padres. Son colaboradores directos de los Obispos en el cuidado de las comunidades particulares, que forman el conjunto de la Iglesia local. Apacientan el Pueblo de Dios fundamentalmente por la predicación de la Palabra, la celebración de los Sacramentos y la animación de la caridad. El nombre de “cura” designa la misma realidad y procede de la misión del presbítero denominada “cura de almas”.

3. El diácono es el servidor y su misión propia es servir al Pueblo de Dios en el ministerio de la Liturgia, la Palabra y la caridad. Le corresponde la administración solemne del Bautismo, el conservar y distribuir la Eucaristía; bendecir los matrimonios y llevar el viático a los enfermos; leer la Sagrada Escritura a los fieles y exhortar al pueblo; presidir el culto y la oración de los fieles; administrar los sacramentales y presidir los ritos de funerales y sepelios. También se dedican a los oficios de la caridad y administración.

¿Qué hacen?

La característica fundamental del ministerio ordenado es el cuidado o “pastoreo” de la Iglesia. El ministro ordenado se convertirá en el verdadero motor de la acción misionera de la Iglesia: todo él es- para la misión, en el servicio de la Palabra, de los sacramentos y la convocación y guía de la comunidad. Se convierte en testigo ante el mundo de los misterios de la fe, confirmando a todos en la fe de la vida futura y animando su preparación ya en este mundo. Su vocación es un humilde servicio a favor de la comunidad eclesial y humana, será el coordinador de todas las vocaciones, carismas y ministerios para que la Iglesia dé su verdadera imagen ante el mundo actuando en nombre de Cristo Pastor, lleva a todos al verdadero centro que es Cristo.

ACTIVIDAD

Describe las tareas que has visto hacer a tu párroco y al diácono de tu parroquia.

Sabias que...

- El diácono permanente (es decir que no aspira a ser sacerdote) puede ser casado o célibe. Los célibes no podrán casarse después de haber sido ordenados. En cualquier caso deberán cumplimentar sus estudios mínimos de 3 años de acuerdo con las normas que hayan dado los Obispos.

- Los presbíteros deberán haber completado los estudios del Seminario, haber recibido previamente el Diaconado. En la Iglesia Católica se exige el celibato.

- Para ser Obispo se requiere lo anterior. Habiendo sido considerado idóneo para el Episcopado y por decreto de la Santa Sede, el nuevo obispo será consagrado por otros Obispos.

- El presbítero diocesano, o presbítero de clero secular, está ordenado en una Iglesia particular para el servicio de la Iglesia Universal, desempeñando habitualmente su ministerio dentro de los límites de la Diócesis y bajo la autoridad de su Obispo.

- El presbítero religioso no está ordenado, en principio, para una Iglesia particular sino para los fines propios de la Orden o Congregación. Está marcado por su vocación religiosa de modo que actúa bajo la autoridad de sus superiores para el desempeño de aquellas actividades que son coherentes con el carisma de la institución a la que pertenece. Se someten al Obispo en aquello que corresponde al gobierno pastoral de la Diócesis cuando están trabajando en ella.

PARA RECORDAR

1. El origen de la vocación al ministerio ordenado se encuentra en Sacramento del Orden Sagrado: la imposición de manos por parte del Obispo y la oración consagratoria.

2. Dentro del ministerio ordenado existen tres grados: el orden de los diáconos, los presbíteros y los obispos. Los diáconos son ordenados para el ministerios. Presbíteros y obispos lo están para el sacerdocio.

3. La misión del ministro ordenado es la de apacentar al pueblo de Dios, guiarlo y convocarlo por la Palabra y los Sacramentos.

4. Una tarea fundamental del pastor es la de ayudar a cada persona para que descubra su propia vocación dentro de la Iglesia. Por ello debe conocer y valorar las otras vocaciones.

5. Los ministros ordenados realizan multitud de tareas: servicio de la palabra, predicación, dirección de la catequesis, celebración de los sacramentos, servicio de la caridad... Con ellas quieren acrecentar y alimentar a la comunidad a la que sirven.

Contribuyentes