El cuarto domingo de pascua, también llamado Domingo del Buen Pastor, marca el inicio de la Semana Vocacional.
Jesús antes de regresar a la derecha del Padre, confió a los apóstoles su servicio de pastor. Este servicio hace efectiva la presencia de Cristo resucitado en medio nuestro, y la prolonga en el tiempo y en el espacio.
En la Iglesia, por el sacerdocio ministerial, el Señor guía a su pueblo y le asegura la salvación por medio de los sacramentos.
En este día, y por todo el mes, los invitamos a rezar la oración vocacional:
Buen Pastor y Señor Jesucristo, que sentiste compasión al ver a las muchedumbres como ovejas sin pastor. Te pedimos que envíes a la Iglesia sacerdotes según tu corazón. Que ellos presidan la oración y la alabanza de tu pueblo, que alimenten nuestras vidas con el Pan de tu Palabra y nos congreguen a celebrar el Bautismo, el Perdón, la Eucaristía y todos los Sacramentos de la fe. Hoy ponemos en tus manos a todos los sacerdotes que has llamado: ayúdalos a crecer en amor y santidad para que vivan plenamente su vocación. Santa María, Madre de la Iglesia, Virgen de la fidelidad y del servicio ruega por todos nosotros. AMÉN