El Obispo de Roma no quiere que los jóvenes se queden en el sofá para que otros decidan su futuro y los invita a que confíen a la Iglesia sus expectativas, sus pensamientos y propuestas sobre la vida y la pastoral.
Escuchar a los jóvenes es la visión pastoral y teológica del pontificado de Francisco. “La centralidad de la alegría y del amor está varias veces subrayada en el texto”, añadió.