Estimados hermanos y hermanas, en este cuarto domingo de pascua el Señor se presenta como Pastor, pero también como Cordero.
Es Pastor en cuanto tiene ovejas que al escuchar su voz le siguen, y las conduce hacia un lugar seguro, al lugar donde les asegurará la vida. Las ovejas le siguen porque lo conocen y las llama. Lo conocen porque tienen la experiencia de escuchar su voz y estar con él. Su conocimiento no se basa en el color de su piel, ni en el olor de su ropa, sino en sentirse protegidas por él. Al escuchar que las llama, ellas se disponen al encuentro y le siguen.
Pero como les había mencionado antes, el Señor se presenta también como Cordero. Es un cordero inmolado que nos conduce a la vida eterna por su sacrificio de amor. De esta manera enseña a quienes están llamados a ser pastores y conducir ovejas a inmolar su vida por amor a quienes le son confiados.
Para ser oveja o ser pastor se requiere conocer a Dios y su Palabra, responder cuando nos llama y seguirle, para luego asumir su misión: llevar a otros a la fe desde nuestra experiencia de intima comunión con Él.
No hay que temer al sufrimiento, a una vida austera y de sacrificios, que no nos paralice el riesgo de sacrificar la comodidad, la buena vida y nuestra supuesta libertad., ni siquiera hay que temer a las burlas y persecuciones, nuestro Pastor/Cordero nos conducirá a beber del manantial de la vida, no nos dejará abandonados y caer.
Atrevámonos a seguir a Jesucristo y asumir su proyecto de vida. Tal ves no seremos famosos, ni tendremos riquezas, pero nos dará algo más importante: VIDA ETERNA.
P. Omar Cerda C.PP.S