Toda vocación es un “MISTERIO” y queda demostrado en la invitación que Jesucristo hace a sus primeros discípulos -cuatro pescadores de Galilea- a seguirlo (Mt 4, 19): ellos eran débiles y pecadores, pero también capaces amar.
De la misma manera ha llamado a muchos otros: Pablo de Tarso (perseguidor de la Iglesia), Agustín de Hipona (hereje), Francisco de Asís (mercader), Juan Bosco (campesino), Gaspar del Búfalo (hijo de un cocinero). Todos ellos débiles y pecadores, pero también capaces de amar.
Ha llamado a muchos hombres al sacerdocio, todos ellos débiles y pecadores, pero también capaces de amar.
Querido joven, Cristo a llamado ha muchos… pero hoy te llama a ti. Él sabe que eres débil y pecador, pero también capaz de amar.
No tengas miedo de responder la invitación, deja tus dudas y temores, Él te dará la fuerza para serle fiel.
Recuerda esto: “Donde abundo el pecado, sobreabundó la gracia” Rm 5, 20. Él nunca te dejará solo.
Él te llama… Tú decides!!!