1. Se siente el llamado de Cristo en el corazón.
2. Se asiste a jornadas de discernimiento vocacional para descubrir el camino de Dios.
3. Un año propedéutico: año de preparación en las áreas humana y espiritual.
4. Tres años de filosofía en Brasil.
5. Un años de formación especial en Guatemala: para estudiar el patrimonio de la Congregación, lo mismo que su historia.
6. Cuatro años de teología en Bogotá, Colombia.
Al terminar este proceso de formación, entonces estás listo y preparado para ser un sacerdote misionero.